Michel Muñoz García
Huérfano
de padre y madre a una edad muy temprana, Alfonso VIII no conoció el calor de
la familia y tuvo que crecer y formarse al calor una serie de tutores
vinculados a la familia de los Castro y los Lara. Los primeros dominaban
Castilla la Vieja con las tenencias de Burgos, Catrojeriz y Carrión, los
segundos dominaban la Extremadura y el Reino de Toledo, además de Asturias.
Con
apenas tres años, el Rey niño fue
encomendado por un moribundo rey Sancho III a quien también había sido su ayo: D.
Gutierre Fernández de Castro, lo que equivalía a ostentar la regencia de
Castilla. Sin embargo, la familia rival con D. Manrique Pérez de Lara, a la
cabeza, no tardaron en manifestar su disconformidad. En principio, hubo una acuerdo
y D. Gutierre entrego a la rey niño, a cambio de que se reconociera como
superior y que en cualquier momento pudiera retornar la custodia a sus manos,
sí así lo solicitaba.
En
1164, Alfonso VIII niño y D. Manrique Pérez de Lara atacó Huete, D. Fernando
Pérez de Castro le plantó batalla, muriendo en la contienda el primero.
La
fricción no se hizo esperar y los Castro buscaron el apoyo de Fernando II de
León, tío del rey castellano, que no dudo en pasear sus huestes por el vecino
reino siempre que fuera necesario. De hecho, D. Fernándo Rodríguez de Castro
fue el mayordormo del monarca leonés. En julio de 1163, Fernando tenía la
intención de que Alfonso le jurase vasallaje en Soria. Cuenta el Roddrigo
Jiménez de Rada que entonces el niño rompió a llorar asustado, por lo cual fue
retirado a una casa cercana. Ello fue aprovechado por el caballero Pedro Nuñez
de Fuentemergil para llevárselo al castillo de San Esteban de Gormaz.
Puerta
de Arrancacepas de Atienza.
Los
Lara y los leoneses salieron en su persecución, adelantándose D. Nuño Pérez de
Lara que recogió al Rey Alfonso y lo puso al cuidado de las gentes de Atienza y
después a las de Ávila. D. Nuño se convertiría en cabeza de familia a la muerte
de D. Manrique y tutor real. Durante cinco años sabría ganarse la confianza y
afecto del monarca, pues le mantendría como uno de los principales de su
gobierno hasta su muerte. Consiguió arrebatar la ciudad de Toledo a D. Fernando
Rodrigo de Castro, para después caer prisionero y ser encerrado en Zorita. Sin
embargo, Alfonso ya teía carácter de rey: no consintió el cautiverio de su ayo,
puso sitio a la plaza y consiguió la
liberación de D. Nuño.
Murallas
de Ávila según una postal de principios del S. XX.
Tenía
trece años y se había ganado ser coronado entre el 8 y el 11 de noviembre de
1169 al cumplir los 14 años, tal y como establecía el testamento de Sancho III.
La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Zoilo de Carrión de los Condes. Esta consistía en tomar las armas del altar y ceñirse el mismo la espada.
El 11 de noviembre sería proclamado en Burgos.
Interesantes datos que aumentan la biografía de nuestro gran Rey. Gracias Michel.
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