Tras la huella de Alfonso VIII en el octavo centenario de su muerte.
La Batalla de Huete de 1164
José María Rodriguez González
El 9 de julio hará 850 años de la Batalla de Huete entre
los bandos de Los Castro y Los Lara. ¿Cómo fue esto?
Biblia de Maciejowski (hacia 1250). Miniatura, Folio 10, Los Israelistas son rechazados en Ai.
Alfonso VIII nace en Soria en 1155, primer y único hijo
del rey Sancho III de Castilla “el Deseado” y doña Blanca de Navarra, que
falleció en el parto. En 1157 fallece su abuelo, el rey Alfonso VII dividiendo
su reino entre sus hijos, Castilla para Sancho III y León para Fernando II. El
31 de agosto de 1158 fallece su padre, siendo declarado heredero al trono. En ese momento Alfonso VIII contaba
con 3 años de edad. Antes de morir Sancho III nombra como Custodio del Rey a D.
Gutiérrez Fernández de Castro que había sido su ”ayo” y como Regente a D. Manrique de Lara.
Los Lara no aceptan que la custodia de Alfonso VIII
recaiga sobre Los Castro, maniobrando astutamente consiguen que Gutiérrez Fernández de Castro les entregue al
pequeño Rey, con la promesa de devolverlo en cuanto así lo requiera pero Los
Lara no lo devuelven, comenzando un período de guerra civil entre ambas
familias, multiplicándose los conflictos a lo largo de todo el territorio
castellano.
Al hacerse cargo D. Manrique de Lara de la regencia,
inician la persecución de los sobrinos de D. Gutiérrez, a los que quiso privar
de todos los honores y de las tenencias de villas y ciudades. Como medio de
defensa estas posesiones se pusieron en manos del rey de León, tío de Alfonso
VIII, que también ambicionaba el trono castellano y por el que se declararon
varias ciudades, entre ellas Toledo (1162).
Tanto Huete como Toledo estaba por D. Fernando Ruiz de
Castro que obtiene importantes apoyos en el Arzobispado de Toledo. Los Lara
juntaron tropas y se dirigieron a Huete con la intención de tomarla, a cuya
defensa se dispuso Castro, encontrándose los dos ejércitos en el sitio llamado Los
Burrucales entre Garcinarro y Huete, donde pelearon por ambas partes
con gran tesón, fortalecidos los Lara con la presencia personal del Rey en su
campamento, en el que recibió un mensaje de D. Fernando Ruiz de Castro,
rogándole desistiere “de rompimiento y
del derramamiento de sangre” que ya “cuando
fuere mayor de edad le entregaría las ciudades que por tenencia de su padre
tenía”, lo que tomado Los Lara como signo de cobardía, siendo contestado que
no levantaría el campo sin prenderle o matarle, con lo que dio comienzo la batalla,
durante la cual rompió Lara su lanza contra un escudero de Castro, tomándolo
por éste y entonando “el victor” por lo que hubo de descubrirse Castro y gritar
“amigos, yo no soy el muerto” y arremetiendo contra D. Manrique le hirió de
muerte de una lanzada. En marzo de 1166 se celebró el Sínodo de Obispos en
Segovia, donde se confirmó a Alfonso VIII como futuro Rey de Castilla. Las
ciudades castellanas poco a poco comienzan a reconocer a Alfonso como su Rey.
Vivan los de Castro; abajo los Lara!
ResponderEliminarUn de Castro.